martes, 8 de abril de 2014

Primera reacción: abandonar.


Hace mucho que no dedico un espacio a escribir, creo que producto de la rapidez con que me he tomado la vida, he dejado de lado algunas cosas que sólo se logran con la calma obligada de la reflexión.

Una vez más resuena en mi mente y golpea en mi corazón la idea sobre los sueños y el destino. La razón por la que existimos y el por qué pasan ciertas cosas en nuestras vidas, desencadenando situaciones, que aveces pienso que son irreales.

Una vez, un hombre me habló que los sueños son para los valientes y que sólo ellos son capaces de hacerlos realidad. Creo que tenía toda razón, para hacer efectivo un anhelo es necesario que las piezas se ajusten y vayan encajando en el puzzle que es la vida. Muchas veces las piezas deben ser pulidas y trabajadas para que se arme la historia y justamente ese procesó es doloroso, y requiere de valentía, coraje y determinación de hacia dónde nos dirigimos para poder resistir el más básico impulso que es ABANDONAR NUESTRO SUEÑO. 


Foto: Costanera Santiago de Chile, sábado 29, marzo 2014


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